viernes, 30 de octubre de 2009

Una canción de amor.

jueves, 29 de octubre de 2009

UN PENSAMIENTO NOCTURNO

En buena compañía debe ser bonito sentarse una noche a mirar el cielo, a contar las estrellas, y aún más bonito debe ser, equivocarse siempre en la cuenta.

miércoles, 28 de octubre de 2009

Saltando el río Jándula.

Ayer por la tarde, saltando de orilla en orilla, disfrutando el otoño, tropecé con esta imagen. El resultado es que la visión me capturó a mi, y no al contrario como suele suceder.

martes, 27 de octubre de 2009

LOCURA DE DIOS.

Sin duda quien pintó todo esto ayer en el cielo de Jaén debe estar loco.

lunes, 26 de octubre de 2009

Y esta belleza..... ¿Se mojará?

¿Tu que opinas?

MONTAÑAS DE JAÉN

Así es Jaén, una montaña tras otra, y tras otra, todas las tardes, una tras otra.

martes, 20 de octubre de 2009


Gracias a todos por los comentarios recibidos, no dejeis nunca de saltar por el mundo.

LOS CINCO SENTIDOS.

Era mi amiga, yo era su amigo, compartíamos dos copas en la complicidad y la confianza de quien se sabe a salvo de otros sentimientos más complicados. Ambos tenemos pareja y no lo somos.
-¿Crees en el amor verdadero y para siempre? –soltó Mamen de pronto.
-Si alguna vez conoces a una persona que te llena todos los sentidos, a la que te gusta escuchar, a la que te encanta acariciar, besar, que te embriague su olor y a la que nunca te cansarías de mirar, creo Mamen que estarías ante el amor de tu vida.

lunes, 19 de octubre de 2009

SIERRA DE ANDUJAR.


Una imagen de esta misma mañana, cuando el sol comenzaba a acariciar Sierra Morena.

sábado, 17 de octubre de 2009

JUGANDO CON EL OCEANO.

Solo los niños tienen la capacidad de jugar con cualquier cosa, diminuta o inmensa.

viernes, 16 de octubre de 2009

NUEVOS AMIGOS.

Dos nuevos amigos a los que evidentemente les encanta mojarse.

jueves, 15 de octubre de 2009

UN MICRORRELATO.



Ven aquí hijo –dijo el sacerdote a su monaguillo-. Te voy a contar uno de los mayores secretos de la historia. En la última cena de Jesucristo el vino del Santo Grial era de La Mancha.

MIRA LA MAR.



Trescientos barcos fondeados, decenas acercándose y alejándose en la ilusión del comercio, naves pesadas, ligeras, cargadas, naves de pesca, tripulaciones de mar, de mediterráneo, de sol a sol. Mira la mar desde su atalaya en el puerto, esa que tantas veces le sirvió para ver llegar el barco de su padre, la misma que desde su altura le ayudó a distinguir la silueta de su barco entre decenas acercándose y alejándose. Como no reconocer el barco que su padre talló para él en un viejo tronco que el mar llevo mil veces de costa a costa, el mismo pequeño barco que sujetaba entre sus rodillas y que es una réplica del sueño de su padre, de su barco.
Su padre siempre le contaba historias de grandes bestias marinas, de gigantescas olas, de trabajo duro, de compañerismo y de risas, su padre vivía aventuras cada día y a él se las contaba antes de irse a dormir, las soñaba mientras se las contaba. Aún recordaba las palabras de su padre hace dos días, antes de marcharse a su última aventura, fue temprano a su cama y le despertó con un beso.
-Me marcho ya –dijo su padre– en el próximo viaje te vas a venir conmigo, pescaremos y llevaremos mercancías a la costa de África.
-¿De verdad me llevarás contigo?
-Sí, ya tienes edad de vivir aventuras.
Pasaron largos los días, las semanas, y ninguna nave igual a la que sujetaba entre sus piernas desembarcó en Al Mariyyat, ni ese año el novecientos sesenta y cinco del calendario cristiano ni el siguiente, el trescientos cincuenta y cuatro de su calendario, el musulmán.
Aquilino Duque.

martes, 13 de octubre de 2009

Recordando la Primavera.


La foto de hoy, en pleno Otoño, es para recordar la Primavera.

APOCALYPTICA.


Yo ahora si fuera tú, escucharía esto.

lunes, 12 de octubre de 2009

EL HUECO DE MI ESCALERA.

Aquilino Duque Ramírez.

Tengo el mundo a mis pies. Lo observo por el hueco de la escalera desde la última planta, el sexto piso, la cúspide, el final, donde llegan muy pocos, donde yo he conseguido llegar para tener una visión clara de las cosas. Me gustaría decir que es una escalera de caracol, como en las películas, el hueco sería entonces un círculo con una barandilla en espiral, como un remolino en aguas turbulentas, un remolino que absorbe o expulsa personas según bajan o suben. Pero no es así, no es una escalera de caracol, el hueco de la escalera por el que observo el mundo es cuadrado, de una barandilla tubular y metálica, impersonal, fría, distante, con ángulos rectos que evitan deslizarse abajo y arriba sin parar, siempre se retiran las manos de esas esquinas, no tienen la continuidad del circulo, de la espiral.
Paso días y noches asomado al brocal del pozo que es esta escalera, mi escalera, observando, soñando, esperando, distraído, aburrido, pensando, brazos que ascienden, que descienden, alguien pegado al pasamanos, alguna cabeza sin pelo, el lateral de un cuerpo en un vestido de mujer, ropa con mangas, sin mangas, de colores que ni siquiera sabría definir; permanezco atento, escuchando algunas voces, palabras sueltas, escuchando murmullos, silencios, incluso algún llanto. Paso desapercibido, pocos miran arriba y advierten mi presencia, soy como un búho anónimo apostado en lo alto de un roble del bosque, viendo pasar la vida sin ser visto.
Intento discernir entre unos y otros, comprenderlos, conocerlos, el tiempo me ha enseñado a reconocer y apreciar los pequeños detalles, analizo a las personas por su modo de subir, de bajar, por sus ropas, por su pelo, por sus voces, me gusta conocer a quien hace este camino simplemente observando desde lo alto.
Esta mañana subía una pareja de no enamorados, ella subía detrás de él, sin ningún interés en caminar a su lado, ni de él en caminar con ella, se diría que están juntos porque no encontraron su verdadero amor, porque no supieron esperar; ambos llevan una alianza que les quema. Se cruzan con una madre en la segunda planta, preocupada, baja rápido, apoyándose, busca un teléfono y consuelo de alguien, si subiera hasta aquí yo mismo la ayudaría y hablaría con ella.
Algunos se saludan fríamente al cruzarse, otros ni se miran, unos pocos se abrazan, algunos se besan, todo el mundo debería abrazarse, al menos así lo percibo desde aquí. Deberíamos ser más cariñosos, deberíamos irradiar alegría a los demás, sin mentiras, con sinceridad, deberíamos dar lo que nos gustaría recibir.
Un niño baja corriendo, canturreando un idioma ajeno, saltando escalones de dos en dos, de tres en tres, apenas acaricia el tubo metálico que debería asegurar su bajada, apenas le importa, baja feliz, quiere salir fuera a jugar o a comprar golosinas. Un día de estos voy a encargar que me compren golosinas para guardarlas y dárselas a algún niño que suba por aquí, o mejor aún, se me ocurre ahora, compraré un saco de caramelos y cualquier día los lanzaré por el hueco de la escalera, como los reyes magos que veía de pequeño recorriendo la ciudad, repartiendo ilusión y caramelos en igual proporción.
Todos los días veo un brazo oculto bajo un traje, esposado a un reloj caro, un brazo que pierdo en la tercera planta, siempre he dicho que es alguien importante, aunque no para mí. De verlo a diario le conozco casi como al de mantenimiento, todo el día utilizando mis escaleras –bueno a este le conozco personalmente-, todo el día haciendo escalones, arriba y abajo, con su cinturón de herramientas –chulísimo por cierto-, con su bolígrafo y su lapicero en el bolsillo, siempre preocupado porque todo funcione correctamente.
Todos los días veo también subir a mi amor, la conozco solo con ver su brazo, da igual que lo lleve vestido o no, conozco su brazo desnudo y conozco su brazo con cualquier ropa que lleve puesta. Muchas veces se asoma y me lanza un beso que sube flotando como pompa de jabón que yo exploto con mis labios besando. Es una mujer increíble, un poco loca, ¿Quién no lo está?, le gusta jugar, le gusta amar y es amable, tiene miel en los ojos y seda en el pelo.
En el fondo del pozo tengo un amigo también, lleva uniforme azul y de vez en cuando se asoma mirando hacia arriba, me saluda con la mano y desaparece. Al principio cuando se asomaba no me saludaba, pero un día yo le hice un gesto con la mano –me gusta hacer amigos-, y él me devolvió el saludo, desde entonces siempre lo hacemos, es un buen amigo aunque no hablamos por la distancia que nos separa.
Algunos días veo también subir un brazo enfundado en una túnica negra, de manga ancha, sube casi levitando, se diría que no utiliza los escalones, sus dedos huesudos, una hoja metálica y afilada por encima de su cabeza enfundada en capucha, nunca mira arriba, siempre se desplaza rápido y con decisión, perdiéndose en una planta o en otra. Tampoco nunca llegó aquí, jamás vino a esta altura desde la que observo el mundo –al menos yo no le vi-, no le conozco por tanto y seguro que no tiene amigos ni conocidos aquí arriba.
Esto veo desde mi atalaya, desde la sexta planta de un lugar en el que me siento bien, donde están mis amigos, mis enemigos, mis conocidos y desconocidos, mi mundo, mi amor, mis recuerdos, mi olvido. Esto veo por el hueco de la escalera del hospital psiquiátrico de La Esperanza, mi cuadrado pozo de escaleras de barandilla metálica.

Vidas y caminos.

Mi última foto no sé que es, no sé si es una vida que se separa en dos, o dos caminos que se hacen uno.

viernes, 9 de octubre de 2009

Disfruta esto

No dejes que termine el día sin haber crecido un poco,sin haber sido feliz, sin haber aumentado tus sueños.
Pase lo que pase nuestra esencia está intacta.Somos seres llenos de pasión.
La vida es desierto y oasis.Nos derriba, nos lastima, nos enseña,nos convierte en protagonistasde nuestra propia historia.No dejes nunca de soñar,porque en sueños es libre el hombre.No caigas en el peor de los errores:
el silencio.La mayoría vive en un silencio espantoso."Emito mis alaridos por los techos de este mundo",dice el poeta.
Disfruta del pánico que te provocatener la vida por delante.Aprende de quienes puedan enseñarte,de nuestros "poetas muertos".La sociedad de hoy somos nosotros:Los "poetas vivos".No permitas que la vida te pase a ti sin que la vivas ...

Estos son en verdad los pensamientos
de todos los hombres en todas las
épocas y naciones, no son originales míos,
si no son tuyos tanto como míos,
nada o casi nada son,
si no son el enigma y la solución del enigma.
nada o casi nada son.

Esta es la hierba que crece
dondequiera que haya tierra y agua,
éste es el aire común que baña al globo.

(Walt Whitman)

CONTIGO ME SUEÑO

CONTIGO ME SUEÑO. Aquilino Duque.
Sueño tantas cosas despierto que cuando duermo es como estar muerto. Me paso el día imaginando mi mundo, mi cielo, mi infierno, sueño el paraíso y sueño batallas, las gano y las pierdo, y me conformo con el botín de un beso. Todo da vueltas bajo mis pies, todo gira sobre mi cabeza, al revés, te sueño, te mimo, te tengo y contigo me sueño.
-¡Estas como un cencerro! –soltó ella escuchándome.
-No sabía que escuchabas. ¿Nunca te han dicho que es de mala educación escuchar detrás de las puertas?
-No escuchaba –se defendió-. Tus palabras llegaron hasta mí sin que yo las quisiera.
No pude replicar más como me hubiera gustado, se marchó. El portazo fue como una bofetada –no creo que fuera para tanto-, solo intentaba construir poesía, la escribo mentalmente mientras la vocalizo. Se ve que a esta mujer no le gustan los malos poetas –y en realidad lleva razón, no creo que a nadie le gusten-. He de reconocer que yo lo soy, soy un poeta de mierda, debería pensar en dedicarme a otra cosa –a pesar de todo lo que me pagan por serlo-, el mundo si que esta como un cencerro.
Bien pensado no importa, no sé porqué me fijé en ella. Ahora que pienso en ello, no sé ni donde ni como ocurrió, no lo recuerdo, no sé en que lugar la conocí –probablemente estuviera borracho -, porque de otra forma no entiendo que intentara ligar con ella y que además no me acuerde. Si me la encuentro sereno creo que no lo hubiera hecho.
Lo único que tengo que pensar es en seguir adelante, en vivir intensamente, esta noche lo celebro con una fiesta de las de antes –se creerá esta que me voy a pasar un año llorando porque se haya ido-, luego llamo a mis amigos.
Nada tengo que perder cuando el camino está despejado, solo tengo que asomar la cabeza y gritar. Solo tengo que correr, cantar, nada pierdo si nadie es capaz de alcanzarme, nada tengo, nadie me llama, nadie me quiere, tengo el camino libre para correr.
-¿Ya estás otra vez?-soltó ella de nuevo.
-¡Coño! Me has asustado. ¿No te habías ido?
-Fui a comprar pan. No me gusta lo que haces.
-¿Lo que hago? ¿A qué te refieres?
-No me gusta lo que estas componiendo, no me gusta tu poesía. Me pregunto muchas veces porque me gustas tú.
-Será por el sexo –dije sin mucha convicción y en voz no muy alta.
-Sí, eso será. Por el sexo que no tenemos.
-¡Pero si lo tenemos a diario!
-Pues entonces por ese sexo no es por lo que me gustas. Por eso te decía que será por el que no tenemos.
-¿Cuánto tiempo llevamos juntos? –pregunté.
-Demasiado.
-Ya, eso lo sé, ¿pero cuanto?
-¿No lo recuerdas? –Respondió en su tono más irónico -. Llevamos juntos exactamente cinco días y cuatro horas.
No dije nada más, me asaltó el pensamiento del tiempo, cinco días y cuatro horas, ciento veinticuatro horas, siete mil doscientos minutos, demasiado tiempo. Si hoy termina, mañana la olvido, no tengo tiempo de mirar atrás, cinco días es mucho tiempo y toda una vida no es nada, es un instante, abrir y cerrar los ojos. Cualquier día de estos me haré un tatuaje.
-¿Entonces no te gusta el sexo conmigo? –dije volviendo al tema dejado.
-Me encanta. Pero no es por eso por lo que me gustas.
-¿Entonces? –insistí.
Volvió a sonar la puerta como una nueva bofetada, que manía la de esta mujer de dejar a la gente a media conversación, y siempre dando portazos. No sé si es que esta de mal humor, o quizá tiene prisa, o está muy fuerte, o a lo peor un poco sorda.
¿Por qué le gustaré? Por mi poesía no es, por el sexo tampoco –aunque ha reconocido que le encanta-, guapo no soy, quizá le gusto porque soy bueno, aunque no lo creo, siempre he pensado que a las mujeres les gustan los hombres un poco cabrones, no demasiado, pero sí con su puntito de picardía.
-¿Y a donde cojones ha ido ahora? –pensé en voz alta.
Siempre tiene algo que hacer, siempre busca una excusa para salir, incluso sin excusa ninguna, cierra la puerta y se va -¿tendrá un amante?-, debe tenerlo, seguro que lo tiene, menos mal que no soy celoso, si lo fuera la seguiría para ver dónde va.
Tengo que darle un giro a mi vida, tener una nueva perspectiva, un nuevo enfoque, tengo que vivir cada momento como si fuera el último –bueno no, eso tampoco, quizá en el último momento debería confesar mis pecados-, tengo que vivir la vida con intensidad , con ansiedad, con egoísmo. El día menos pensado pillo la maleta y comienzo un viaje, una aventura de reencuentro conmigo mismo, un viaje de reinicio, para formatearme, para limpiar mi disco duro y volver a instalarme en la vida.
Tengo ganas de conocer, de escribir conociendo, de no dormir una sola noche donde la anterior, tengo ganas de partir, todo mi entorno me resulta aburrido y simple. -¿Por qué me gusta ella?-, por el sexo tampoco, sin embargo es guapa, inteligente y divertida, y esta buena, muy buena. Será entonces por eso, me gusta verla mientras nos amamos, me gusta pensar que una mujer tan bella y especial me quiere. Es la mujer de mi vida, me voy a tatuar su nombre.
-En cuanto vuelva se lo pregunto.

Martín pescador


Este sí que es un saltarrios bueno.

Un Carbonero de ayer.

Ayer mismo estuve tras este duendecillo de negra corbata, al final quiso ser modelo.

Río robledillo

No puedo ni quiero comentar esta imagen.