En la chispa de sus ojos se enamoró con la emoción de la primera vez, con la seguridad de la última, con el contenido deseo de la prisa por sentir, con el cielo al alcance de la mano y bajo los pies, con el ansia del brillo en las pupilas, con la locura, con locura.
Dame un simple paseo, dame un fugaz beso, dame una caricia instantánea, interminable, dame lo que puedas darme, necesito tan poco y tanto a la vez, que me falta espacio y tiempo para darte sin esperar nada.
No esperes de mí, yo te lo regalo cuando me plazca, lo demás te lo cobro, tampoco espero de ti mucho, necesito tan poco, tanto. Pero dame un paseo, una charla, una risa, dame una ciudad para vivirla, dame y yo te daré lo que me plazca.
La vida depende de tan poco, que un simple gesto puede llegar a hacerla eterna. A su lado, sin el, con lo que le plazca y lo que le sacie. Arriba o abajo, enlazando los deseos que el destino mantiene escondidos y que una palabra de su boca puede hacer reavivar hasta llegar a tocar el cielo. Placeres inexplicables que surgen de los dedos, como un bello cuadro sale de un simple pincel, si las manos que lo dirigen son las apropiadas. Inspiras Aquilino. Muchas gracias, has endulzado mi noche con tus palabras.
ResponderEliminarTan poco y tan necesario para ser feliz, que verdad...
ResponderEliminarGracias por darnos felicidad.
El deseo convertido en locura, se transforma en pasión que nos da la vida. Gracias Aquilino por el toque especial que le das a las palabras.
ResponderEliminarParaste hace mucho tiempo, sigue dandonos una razón para seguir saltando rios, la vida no nos dá más que las oportunidades que somos capaces de construir para seguir soñando...... ánimo tu puedes y contigo nosotros. Gracias por existir, sin ti este mundo no sería lo mismo. Un saludo afectuoso
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